Descubriendo los antidepresivos

En la actualidad existen muchos tipos diferentes de antidepresivos que son recetados para la depresión. Sus efectos y actuación varía según el tipo de antidepresivo y es importante conocerlos y saber cómo actúan sobre nuestro cuerpo.

 

La depresión

La depresión es un trastorno mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. A grandes rasgos, podemos decir que es un trastorno que afecta al estado de ánimo, los pensamientos y la conducta.

La depresión no es únicamente estar triste. Aunque la tristeza pueda ser uno de los síntomas más comunes, puede o no aparecer junto con otros síntomas como la pérdida de interés en las actividades que antes nos resultaban gratificantes y otros como: culpabilidad, pérdida o aumento de peso, insomnio o hipersomnia, etc.

Para aquellos que conviven con este trastorno, encontrar una solución efectiva es primordial. Aquí es dónde los antidepresivos juegan un papel esencial.

 

¿Qué son los antidepresivos?

Los antidepresivos son una clase de medicamentos diseñados para tratar los síntomas de la depresión y otros trastornos del estado de ánimo.

Los antidepresivos actúan sobre los neurotransmisores, las sustancias químicas que transmiten señales entre las neuronas en el cerebro. Aunque la depresión puede ser causada por diversas razones, se ha observado que existe una relación entre los desequilibrios químicos en el cerebro y el desarrollo de este trastorno.

 

Tipos de antidepresivos

Los antidepresivos trabajan de diversas formas para corregir los desequilibrios de los neurotransmisores del cerebro y mejorar el estado de ánimo. Algunos de los antidepresivos más utilizados son:

Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS)

Los ISRS actúan aumentando los niveles de serotonina bloqueando su recaptación por parte de las células nerviosas. La serotonina es un neurotransmisor clave en funciones como la regulación de nuestro estado de ánimo, el sueño, el apetito y otros procesos.

Algunos de los ISRS más comercializados son:

  • Fluoxetina (Prozac)
  • Sertralina (Zoloft)
  • Paroxetina (Paxil)
  • Citalopram (Celexa)
  • Escitalopram (Lexapro)

Los efectos secundarios más comunes que se producen al tomar estos medicamentos son: náuseas, somnolencia, agitación y cambios en el apetito o el peso corporal.

Además, los ISRS pueden afectar el funcionamiento hepático y renal, por lo que es necesario realizar un seguimiento con el médico para que pueda valorar estos posibles efectos.

Inhibidores de la Recaptación de Serotonina y Noradrenalina (IRSN)

Los IRSN son una clase de antidepresivos que actúan aumentando los niveles de serotonina y noradrenalina en el cerebro. Al inhibir la recaptación de serotonina y noradrenalina, los IRSN permiten que estos neurotransmisores permanezcan más tiempo en el espacio entre neuronas, potenciando así su actividad en el cerebro.

Algunos de los IRSN más populares son:

  • Venlafaxina (Effexor)
  • Duloxetina (Cymbalta)
  • Desvenlafaxina (Pristiq)

Los IRSN son utilizados especialmente cuando el paciente presenta síntomas tanto de depresión como de ansiedad. Además, en ocasiones pueden ser una buena alternativa para quienes no responden adecuadamente a los ISRS.

Los efectos secundarios más observados incluyen: náuseas, sequedad de boca, sudoración excesiva, aumento de la presión arterial y cambios en el apetito o el peso.

Inhibidores de la Monoaminooxidasa (IMAO)

Los IMAO bloquean la acción de la enzima monoaminooxidasa, que se encarga de descomponer neurotransmisores como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina. Al inhibir esta enzima, los IMAO aumentan la disponibilidad de estos neurotransmisores en el cerebro.

Los IMAO se utilizan principalmente en aquellos pacientes que no han respondido a otros antidepresivos.

Algunos ejemplos de IMAO incluyen:

  • Fenelzina (Nardil)
  • Isocarboxazida (Marplan)
  • Tranilcipromina (Parnate)
  • Selegilina (Emsam)

El tratamiento con IMAO requiere ciertas precauciones debido a que interacciona con ciertos alimentos y medicamentos como el queso curado, el vino tinto, los embutidos y algunas frutas y verduras fermentadas. La interacción de los IMAO con este tipo de alimentos puede provocar una reacción peligrosa conocida como crisis hipertensiva. Por esta razón, es fundamental seguir una dieta específica y estricta al tomar estos medicamentos.

Los IMAO pueden tener efectos secundarios más graves que otros antidepresivos. Algunos efectos secundarios son: cambios en la presión arterial, mareos, somnolencia o sequedad de boca.

Antidepresivos Tricíclicos (ATC)

Los ATC deben su nombre a su estructura química tricíclica. Actúan inhibiendo la recaptación de neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina en el cerebro.

En la actualidad, este tipo de antidepresivos son menos recetados y han sido sustituidos en gran medida por los ISRS e IRSN, debido sobre todo a sus efectos secundarios.

Estos son los nombres de algunos ATC:

  • Amitriptilina (Elavil)
  • Nortriptilina (Pamelor)
  • Imipramina (Tofranil)
  • Clomipramina (Anafranil)

Algunos efectos secundarios comunes incluyen: visión borrosa, somnolencia, sequedad de boca, estreñimiento, aumento de peso y mareos. También pueden afectar el ritmo cardíaco y la presión arterial.

Antidepresivos Atípicos

Los Antidepresivos Atípicos son una clase de medicamentos que no encajan en ninguna de las anteriores categorías. Estos medicamentos actúan de manera única en el cerebro.

Algunos Antidepresivos Atípicos son:

  • Bupropión (Wellbutrin, Zyban): actúa principalmente sobre la dopamina y la noradrenalina en el cerebro.
  • Mirtazapina (Remeron): actúa sobre los receptores de serotonina y noradrenalina y sobre los receptores histamínicos, lo que puede tener un efecto sedante y mejorar el sueño.
  • Trazodona (Desyrel, Oleptro): Aunque se utiliza principalmente para tratar el insomnio, la trazodona también puede tener efectos antidepresivos al actuar sobre la serotonina y noradrenalina.
  • Vilazodona (Viibryd): Este medicamento actúa inhibiendo la recaptación de serotonina y como agonista parcial del receptor de serotonina.

Los Antidepresivos Atípicos pueden ser una opción adecuada para las personas que no han respondido bien a otros tipos de antidepresivos.

Los efectos secundarios pueden variar según el medicamento específico, pero algunos de los más comunes son: insomnio o sedación, náuseas, somnolencia, sequedad de boca, cambios en la actividad sexual y cambios en el apetito.

La elección del mejor antidepresivo

La elección por parte del médico del antidepresivo más adecuado para cada caso puede depender de muchos factores: la gravedad de la depresión, si tenemos algún otro trastorno asociado, si tomamos otra medicación, si padecemos alguna condición médica que pueda verse afectada por el fármaco, etc.

Es importante tener en cuenta que los antidepresivos no funcionan igual para todas las personas. Por esta razón, es usual que encontrar el fármaco y dosis adecuada requiera un proceso de ensayo y error bajo la supervisión de un psiquiatra.

Alternativas a los Antidepresivos

Aunque los antidepresivos pueden ser efectivos para ciertas personas, existen otras alternativas que pueden ser igual o incluso más adecuadas para tratar la depresión.

Terapia Psicológica

La terapia psicológica es una alternativa fundamental a los antidepresivos. A través del trabajo con un psicólogo especializado, podemos explorar los pensamientos, emociones y comportamientos para comprender mejor la depresión.

La terapia psicológica puede ayudarnos a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos, fomentar habilidades de afrontamiento saludables y mejorar la comunicación y las relaciones interpersonales.

EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares)

El EMDR es una terapia que ha demostrado ser eficaz en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT), pero también se ha utilizado con éxito en otros trastornos como la depresión y la ansiedad.

Al trabajar en el reprocesamiento de ciertas ideas o recuerdos, los síntomas depresivos pueden disminuir y mejorar así el bienestar de la persona.

Neurofeedback

El Neurofeedback es una terapia no invasiva que permite aprender a autorregular la función cerebral y mejorar el equilibrio mental.

En el caso de la depresión, el Neurofeedback puede ayudar a entrenar patrones de actividad cerebral asociados con el bienestar y la regulación emocional.

En Neuroscenter, trabajamos desde una perspectiva multidisciplinar, colaborando entre diferentes especialistas de la salud mental para dar a cada paciente la mejor atención psicológica posible. Puedes encontrarnos en nuestros centros de Barcelona y Girona, también realizamos atención 100% online.

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