¿Qué son las Benzodiacepinas?
Las benzodiacepinas son un grupo de fármacos psicoactivos que actúan como sedantes, tranquilizantes y ansiolíticos.
Se utilizan como tratamiento para trastornos como:
- Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)
- Ansiedad Social
- Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
- Fobias
- Insomnio
- Epilepsia
Actualmente, las benzodiacepinas son los medicamentos más recetados para tratar la ansiedad.
¿Cómo actúan en el cerebro?
Las benzodiazepinas actúan deprimiendo el Sistema Nervioso Central (SNC), inhibiendo la actividad de las neuronas. Esto lo llevan a cabo uniéndose a receptores GABA, lo que hace que aumente la actividad de este neurotransmisor, dando como resultado una disminución en la actividad general del cerebro y una sensación de calma.
El mismo mecanismo que produce un alivio de la sintomatología ansiosa también puede producir otros efectos adversos en el funcionamiento del cerebro. Al actuar como un depresor del SNC, es decir, disminuyendo la excitación neuronal, provoca una ralentización del funcionamiento psicomotriz, somnolencia, dificultades atencionales y de concentración o problemas de memoria.
Por otro lado, diversos estudios han relacionado el consumo a largo plazo de Benzodiacepinas con una mayor probabilidad de sufrir accidentes y caídas, alteraciones respiratorias, demencia y otras patologías.
Efectos secundarios de las Benzodiacepinas
Si bien su uso puede generar un gran alivio de la sintomatología en quién las toma, también son muchos los efectos no deseados que provocan. Consumir Benzodiacepinas durante más de 4-6 semanas conlleva más riesgos que beneficios.
Algunos efectos secundarios comunes que pueden aparecer al consumir benzodiazepinas son:
- Aturdimiento y/o somnolencia
- Mareos
- Náuseas y vómitos
- Diarrea o estreñimiento
- Dolor de cabeza
- Visión borrosa
- Boca seca
- Incremento del apetito y aumento de peso
- Cambios en el deseo sexual
- Dificultad para orinar
- Deterioro funciones cognitivas: memoria, atención y funciones ejecutivas
- Problemas para dormir
- Depresión
- Pensamientos suicidas
- Comportamiento agresivo
Síndrome de abstinencia de las Benzodiacepinas
Las benzodiazepinas no están destinadas a tomarse a largo plazo, ya que su uso prolongado puede hacer que la persona se vuelva dependiente tanto física como psicológicamente.
Si se consumen benzodiazepinas regularmente y durante mucho tiempo, puede generarse tolerancia y dependencia. Esto conlleva que, cuando se reduce la dosis o se dejan de tomar las benzodiacepinas, se puede experimentar síndrome de abstinencia.
El síndrome de abstinencia está caracterizado por:
- Ansiedad y ataques de pánico
- Depresión
- Agitación
- Problemas para dormir
- Temblores
- Transpiración
- Confusión
- Convulsiones
- Psicosis
La mayoría de los síntomas de abstinencia comienzan en las 24 horas posteriores a haber reducido o detenido el consumo y pueden durar desde unos pocos días hasta varios meses. Aproximadamente un 10% de las personas que abusan de las benzodiacepinas siguen teniendo síntomas de abstinencia años después de haber dejado de tomarlas.
Regular el uso
Hay ciertos casos en los que el uso de Benzodiacepinas puede ser el mejor tratamiento para un paciente. Por ejemplo, en momentos de crisis en los que la sintomatología se ha descontrolado y la situación emocional de la persona hace imposible que pueda beneficiarse de la terapia psicológica, es posible que la mejor opción sea un primer abordaje desde la medicación, siempre y cuando un psiquiatra lo valore así.
No obstante, el consumo de Benzodiacepinas a largo plazo está totalmente desaconsejado y será siempre necesario un seguimiento continuo por parte de un psiquiatra durante el período de tratamiento.
Por otro lado, siempre que sea posible combinar la terapia farmacológica con algún tipo de terapia psicológica, ésta siempre será la opción más recomendable.
Desintoxicación y alternativas a las Benzodiacepinas
La figura del psiquiatra es imprescindible en aquellos casos en los que la persona pueda beneficiarse del consumo de los psicofármacos y también para aquellos pacientes que necesiten desintoxicarse de estos medicamentos.
Son muchos los pacientes que consumen durante años psicofármacos para tratar diferentes trastornos o síntomas, lo cual les ha causado graves consecuencias. Para estos pacientes, es indispensable contar con el apoyo de un psiquiatra que pueda guiarles en el abandono de esta medicación. El psiquiatra establecerá un plan para reducir la dosis, modificar el fármaco o abandonar la medicación por completo, de una forma que sea segura para el paciente.
Por otro lado, en Neuroscenter trabajamos con terapias que pueden ser complementarias o alternativas a las Benzodiacepinas: el Neurofeedback y el EMDR.
El Neurofeedback es un entrenamiento cerebral que tiene por objetivo modificar la actividad eléctrica del cerebro, de forma no invasiva, para que de esta forma pueda mejorar la sintomatología. A través del Neurofeedback pueden obtenerse beneficios en ansiedad, insomnio, alteraciones del estado de ánimo, entre otros.
La terapia EMDR se utiliza para abordar experiencias traumáticas que han podido propiciar la sintomatología que aparece en la actualidad. Trabajando sobre estos acontecimientos negativos de la vida pueden conseguirse mejoras en el estado de ánimo, el nivel de ansiedad, los problemas de sueño, etc.
En Neuroscenter creemos que la mejor forma de poder trabajar es abordando cada caso desde una perspectiva integradora y multidisciplinar, en colaboración con todos los profesionales de la salud mental con los que contamos en nuestros centros.