El duelo es un proceso normal tras una pérdida, pero en ocasiones sucede que éste es demasiado intenso o se prolonga excesivamente en el tiempo.

Los sentimientos de tristeza, añoranza, o melancolía son habituales en estos momentos, pero cuando empiezan a interferir en el funcionamiento normal de la persona, ya sea en su ámbito social, personal, o laboral, es cuando se puede empezar a considerar que es momento de ser atendido por un psicólogo.

Existen varios tipos de duelo, como por ejemplo el que puede suceder ante una situación totalmente inesperada como un accidente, o todo lo contrario, una situación de duelo anticipado, en que se conozca un estado terminal tras un periodo más o menos largo de enfermedad.