La Psiconeuroinmunología (PNI) nace como concepto a mediados de la década de 1970. Ader y Cohen, de la Universidad de Rochester, descubrieron y comprobaron que los estímulos al sistema nervioso condicionaban las respuestas del sistema inmunitario.
Este tipo de estudios, ya había sido abordado previamente por estudiosos como Claude Bernard en el siglo XIX, o Pasteur, quién comprobó que los pollos eran más susceptibles de infectarse con ántrax si eran previamente sometidos a estímulos aversivos.
Cannon, de la Universidad de Harvard, ya había comprobado a principios del siglo XX que el las emociones y las percepciones influían en el sistema nervioso autónomo. Durante dicho siglo se llevaron a cabo múltiples experimentos en animales que lograron demostrar el efecto del estrés sobre el sistema inmunitario.
En 1964, Solomon y Moss acuñaron el término psicoinmunología. Paralelamente, los investigadores rusos Korneva y Khai demostraron que el cerebro jugaba un importante papel en el proceso de inmunoregulación, aunque sin embargo, la guerra fría no permitió que sus conocimientos llegaran a occidente en ese momento. Al mismo tiempo, se sucedieron numerosos estudios y avances en el campo de la psiconeuroendocrinología, profundizando en el estudio de la relación e interacción entre los sistema inmune y endocrino.
En 1981 Adler y Cohen publicaron “Psychoneuroinmunology” junto a Felten, de la Universidad de Indiana, quién descubrió la red de nervios que conecta el sistema nervioso con el inmunitario. A partir de entonces la psiconeuroinmunología ha experimentado un desarrollo sorprendente. La PNIRS (PsychoNeuroInmunology Research Society) es la sociedad dedicada al estudio de la PNI, y publica desde 1987 la revista oficial “Brain Behavior and Immunity”.
Algunos de sus artículos más descargados tratan sobre la activación cerebral glial en casos de fibromialgia, sobre la correlación entre la personalidad y la microbiota intestinal, así como sobre el toxoplasma y el citomegalovirus y su relación con trastornos psiquiátricos graves. La PNI inicialmente no tuvo una aplicación clínica como sucede en medicina con la ciencia básica.
La PNI clínica es el resultado de la integración de la Psiconeuroinmunología y la Psicoendocrinología, en forma de ciencia aplicable a nivel clínico. El Dr. Leo Pruimboom y Bran Van Dam son responsables del desarrollo de la PNI clínica desde finales de la década de 1980.
La PNI está conformada por la medicina evolucionista, la medicina del estilo de vida, la fitoterapia, la suplementación, la microbiota, el ejercicio físico, el ajuste de los ritmos circadianos, la valoración de los aspectos psicosociales de la persona, y un largo etcétera.
El mismatch evolutivo se refiere al desencuentro con nosotros mismos, de cómo somos, nuestra historia evolutiva, y de como vivimos en el presente, y es el origen de la mayoría de patologías crónicas de base inflamatoria o autoimmune en la actualidad. Así pues podemos entender la PNI como la aplicación práctica en clínica de la medicina evolucionista y las ciencias básicas.
Para conseguir mejorar el estado de salud con PNI es necesario un proceso de aprendizaje para el paciente, así como comprender profundamente el porqué de la necesidad de realizar cambios en el estilo de vida. El profesional sanitario se encarga de ayudar al paciente a entender la necesidad de estos cambios, así como de proporcionarle la energía necesaria para enfrentarlos.
