Todo lo visible es expresión de lo invisible

La piel es el órgano más grande del ser humano y nuestro contacto con el exterior, todo lo que sucede en nuestro interior se manifiesta a través de ella

Siendo el ser humano un todo, donde una cosa repercute sobre otra, lo que vemos en nuestra piel, es indicativo de algún proceso interno; las perturbaciones de nuestros órganos se proyectan en la piel y viceversa

Lo experimentamos cada día: piel de gallina, piel colorada de vergüenza, ponerse blanco del susto, en fin, son procesos y reacciones psíquicas mostradas a través de nuestra cubierta externa.

Con la piel, establecemos contacto unos con otros y hay enfermedades que nos hablan de ello, de la falta de toque humano, relacionada con el amor recibido siendo niños o el amor propio. Un ejemplo sencillo, son las erupciones, estas significan cosas reprimidas emocionalmente, que si no se canalizan de una forma psíquica, encuentran salida de alguna manera física.

Esto se pone en evidencia durante la pubertad, el típico acné nos dice que algo quiere salir. El deseo de entrar en contacto con el otro, las fantasías sexuales reprimidas (vergüenzas a la sexualidad). Esta misma vergüenza se multiplica cuando salen los granos, pues la piel es parte del atractivo que hace que el otro nos quiera y así la situación se convierte en un círculo sin fin.

Esto también se aplica a todos los otros tipos de erupciones cutáneas: algo reprimido trata de salir a la luz, a que tomemos consciencia de ello y detrás de toda defensa hay miedo a ser heridos, miedo a la proximidad. Por ejemplo en la Psoriasis, existe un miedo a la cercanía, salen protuberancias como el carpazo de los animales. Normalmente le sucede a gente muy sensible, que tienen miedo a esta misma sensibilidad y crean un aislamiento psíquico. El amor exige apertura pero entonces las defensas quedan comprometidas.

En las alergias de la piel, el hecho de rascarse tiene un significado psíquico. Algo que nos excita, puede tener una connotación amorosa, sexual, agresiva o de entusiasmo (pasión). Algo que hemos pasado por alto, un deseo que está pidiendo ser descubierto. Rascar es una forma de escarbar, se cava para sacar algo a la luz.

Para cuidar nuestra piel, necesitamos cuidar nuestro interior. Solo haciéndonos vulnerables comprobamos la propia resistencia, o la vida nos pone las pruebas (o granitos) para llegar a esa vulnerabilidad.

Recordad que las sesiones de psicoterapia, EMDR o Neurofeedback son el mejor facial que podemos recibir.

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