La vida es la que nosotros creamos. Por eso es necesario tomar conciencia y empezar a reconocer las responsabilidades consecuentes de nuestra propia creación. Sólo la acción genera resultados verdaderos y por este motivo, no debemos esperar que las cosas se hagan solas.
Responsabilizar a los demás por nuestro fracaso es un error común que a menudo cometemos, ya que de este modo, es mucho más fácil enfrentarse al sentimiento de frustración generado. Pero, el camino fácil tiene un coste. Luchar contra uno mismo es dejar el futuro de tus objetivos y sueños en manos ajenas.
Procrastinar es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse y sustituirlas por otras menos relevantes y muchas de las veces más agradables.
¿Quién no ha estado al límite del plazo de entrega para finalizar un trabajo, por ejemplo, o simplemente ha intentado cumplir con una lista de objetivos para tener una vida más sana y no lo ha logrado?
¿Quién no ha experimentado el peso emocional, muchas veces por la culpabilización y sobre todo por la frustración, por no haber sido capaz de cumplir con las necesidades de sus deseos?
¿Cuántas veces has culpabilizado a terceros o al azar por una derrota?
¿Cuántas veces te has parado a pensar en las consecuencias de tus propias acciones?
El avance de la tecnología y la creciente velocidad de la información han cambiado en los últimos años completamente la manera como se comporta la sociedad. La era digital nos permite estar disponibles a todo y a todos casi las 24h del día. Mezclando nuestras horas laborales con nuestra vida personal, los momentos de trabajo y producción con momentos de ocio y entretenimiento. ¿Pero, será culpa del avance tecnológico o simplemente no estamos atentos para gestionar de manera más equilibrada el avance ofrecido?
Internet, hoy en día, es uno de los más grandes aliados de la procrastinación para el ser humano moderno. Gastamos inmensas horas productivas de nuestro día al scrolling¹. En este mar de contenido no es muy difícil encontrarse 15min mirando vídeos de gatitos o algunos “memes” que nos hagan huir del compromiso o situación que debemos afrontar en este momento. Pero aparte del tiempo productivo perdido, la procrastinación en las redes sociales viene con otro factor importante de citar.
Muy probablemente ya te has encontrado, en algunos de tus momentos de procrastinación, en las redes sociales. Donde cada vez más nos ofrecen diversos medios y formatos para compartir y exponer momentos y experiencias vividas, que favorece un aumento de nuestra autocrítica y una bajada de la autoestima. De esta manera, pasamos a compararnos con las aparentes vidas modélicas, creyendo que lo que tenemos nunca es suficiente.
A partir del momento que en que eres consciente de la procrastinación, y sobre todo de las consecuencias y emociones que pueden generarse por culpa de este acto, podrás visualizar los puntos por donde puedes empezar a cambiar.
El desarrollo personal es un trabajo consciente hecho a diario. No hay logro si no hay trabajo.
A partir del momento en que dedicas un tiempo para ser sincero contigo mismo y con tus objetivos te conocerás mejor. Eso te permitirá reconocer y valorar tus deseos, permitiendo ver más claro qué caminos necesitarás trazar para que se hagan realidad.
El secreto está en el detalle. Algunos pequeños hábitos que puedes cambiar para ser más productivo son:
- Mientras trabajamos podemos dejar nuestros móviles silenciados y lejos de la zona de trabajo. Eso ayuda a evitar que notificaciones o mensajes, no tan importantes, nos desenfoquen de la tarea que estamos realizando.
- El momento que pasamos en el transporte público podemos, por ejemplo, cambiar el tiempo que utilizamos en scrolling por una lectura que nos apetece desde hace tiempo.
- Comparar nuestra vida con las vidas de otras personas no nos aporta nada. Intentar evitar esta conducta, nos hará ser más activos y enfocados para conseguir nuestros propios logros.
- La acción de mover el texto o los gráficos mostrados hacia arriba, hacia abajo o a través de la pantalla de una computadora para ver diferentes partes de ellos.
