Medicación para el TDAH

La medicación es el principal tratamiento utilizado en personas diagnosticadas de TDAH, pero ¿Es el mejor tratamiento para este trastorno? ¿Existen alternativas a la medicación para tratar el TDAH?

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que se manifiesta desde una edad temprana y que se caracteriza por dificultades en la atención, la hiperactividad y/o impulsividad. Estos síntomas pueden afectar negativamente al funcionamiento diario en el colegio, en el trabajo y en las relaciones sociales.

 

Evolución del tratamiento farmacológico para el TDAH

El tratamiento farmacológico del TDAH ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. En la década de 1950 ya se empezaron a utilizar estimulantes, como las anfetaminas, para tratar la sintomatología del TDAH.

Desde entonces, se han desarrollado más medicamentos específicos para el TDAH, incluyendo estimulantes como el metilfenidato y no estimulantes como la atomoxetina.

La investigación ha mejorado la comprensión de cómo estos medicamentos actúan en el cerebro, no obstante, aún en la actualidad sigue siendo necesario investigar sobre ello. La respuesta a estos medicamentos es muy variable entre individuos y hay un alto porcentaje de pacientes que no responden a la medicación.

 

Ventajas e inconvenientes del tratamiento farmacológico para el TDAH

La medicación para el TDAH ha demostrado tener ciertos beneficios, pero también inconvenientes.

Ventajas del tratamiento farmacológico para el TDAH

  • Atención y concentración: La medicación puede ayudar a controlar los síntomas de falta de atención y mejorar la capacidad de concentración y enfoque.
  • Hiperactividad e impulsividad: La medicación puede reducir los comportamientos hiperactivos e impulsivos.
  • Estado de ánimo: Algunos fármacos utilizados para el TDAH también pueden ayudar a reducir la irritabilidad y mejorar el estado de ánimo en general.

Inconvenientes del tratamiento farmacológico para el TDAH

  • Efectos secundarios: Algunos fármacos utilizados para tratar el TDAH pueden causar efectos secundarios como: insomnio, pérdida de apetito, inquietud, ansiedad o dolor de cabeza.
  • Dependencia: Algunos de los medicamentos utilizados para tratar el TDAH pueden causar dependencia y, en caso de detener su consumo, abstinencia.
  • Requiere ensayo y error: como la respuesta entre individuos es tan variada, es necesario probar con diferentes fármacos, dosis y combinaciones hasta dar con la fórmula más adecuada para cada persona.
  • Coste económico: El tratamiento farmacológico puede ser costoso y, en muchos casos, es una medicación que se va a tomar durante toda la vida.
  • No es una solución a largo plazo: La medicación puede enmascarar en cierta medida los síntomas, pero no es una solución real.

 

Alternativas al tratamiento farmacológico del TDAH

Existen diferentes alternativas al tratamiento farmacológico que pueden ayudar a mejorar los síntomas del TDAH:

  • Terapia psicológica: La terapia puede ayudar a desarrollar habilidades y estrategias para mejorar la atención y controlar su hiperactividad e impulsividad. También puede ser muy útil para entrenar habilidades como la organización y la planificación.
  • Cambios en el estilo de vida: una dieta saludable, realizar ejercicio físico de forma regular, seguir un horario o reducir situaciones altamente estresantes, pueden ayudar a mejorar los síntomas del TDAH.
  • Intervenciones escolares y laborales: Las intervenciones específicas en el entorno escolar y laboral, como la adaptación curricular o la organización del espacio, pueden ser muy útiles en estos casos.
  • Neurofeedback: la realización de este entrenamiento cerebral puede ayudar en la mejora de la capacidad atencional, la disminución de la impulsividad e hiperactividad y una mayor autorregulación.

Neurofeedback para el TDAH

El Neurofeedback es una técnica no invasiva que se utiliza para tratar el TDAH, entre otros trastornos. Se fundamente en el hecho de que las personas pueden aprender a controlar su actividad cerebral y, por lo tanto, mejorar sus síntomas.

Durante una sesión de Neurofeedback, se colocan electrodos en la cabeza para medir la actividad cerebral. Los pacientes reciben retroalimentación en tiempo real sobre su propia actividad cerebral. Con el tiempo, el cerebro aprende, de forma inconsciente, a controlar su actividad y mejorar así su capacidad atencional o su impulsividad, entre otras cosas.

Son muchos los estudios que han podido corroborar la eficacia del Neurofeedback para la sintomatología del TDAH. Por ejemplo, Meyers & Young (2011), realizaron una revisión en la que encontraron que más de 250 estudios habían podido demostrar la eficacia del Neurofeedback para el TDAH.

En Neuroscenter realizamos un plan de entrenamiento en Neurofeedback personalizado para cada paciente, con el fin de poder optimizar su actividad cerebral y mejorar sus síntomas.

 

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