¿Como superar el sentimiento de soledad?
Según los científicos el cerebro humano es el sistema más complejo del universo, ya que lo que somos es el resultado de millones de interacciones entre sus componentes, las neuronas, y el entorno.Si cada uno de nosotros es el sistema más complejo del universo entonces resulta fácil entender como de complicadas pueden ser las interacciones entre dos o más sistemas complejos.
Recientemente algunos estudios han demostrado también que nuestra conciencia, es decir nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones, no dependen de nuestra voluntad, sino que es el resultado de muchísimos procesos subconscientes.
De hecho, cada segundo de nuestra vida nuestro cerebro está procesando una cantidad enorme de información sobre nuestro mundo interior y sobre el exterior, intentando analizarlos y construyendo la realidad que experimentamos cada momento comparándola con nuestras memorias emocionales y nuestras creencias, que son el resultado de toda nuestra experiencia pasada, y con la situación actual de nuestro interior.
El resultado de todos estos procesos es el contenido de nuestra conciencia en dicho momento y que no es nada comparado con la información procesada a nivel subconsciente. Realmente, sería imposible y evolutivamente desfavorable ser conscientes de todo lo que esta pasado en nuestro cerebro en cada momento así que el cerebro mismo aplica un filtro escogiendo hacer llegar a la conciencia solo la información importante para nuestra supervivencia y nuestra interacción con el mundo exterior, analizando la realidad en manera conforme con nuestras experiencias pasadas para evitar el fenómeno de la disonancia cognitiva y mantener cuanto más el equilibrio psíquico.
Así que es fácil entender que si en el pasado hemos sido heridos por un familiar, un amigo, un compañero de trabajo o una pareja, seguramente nuestro cerebro habrá aprendido a estar en alerta en dicha situaciones y aunque tengamos en frente una persona completamente diferente de la que nos hizo daño, cualquier conducta no conforme con nuestras expectativas y manera de ver la realidad irá reactivando estas memorias emocionales llevándonos a analizar la situación de la misma manera en la que aprendimos cuando nos dañaron. De esta manera las creencias relacionadas con este tipo de relación, que sea de amistad, de trabajo, de pareja o familiar, irán reforzándose siempre más y siempre actuaremos de la misma manera y analizaremos las conductas con la misma perspectiva aunque las personas implicadas sean completamente diferentes, llevándonos a vivir las mismas situaciones unas cuantas veces.
Notoriamente no seremos conscientes de todo esto porque es un filtro que el cerebro aplica en nuestra conciencia para protegernos. Ciertamente, nos duele menos creer que la culpa siempre esté en el otro, que admitir que nuestras percepciones y creencias en este caso estaban equivocadas. Esta es la manera en la que nuestro cerebro actúa y es verdad que no tenemos ningún poder volitivo para poder cambiar la manera en la que nuestro cerebro percibe la realidad, ya que incluso nuestra conciencia es el resultado de procesos y patrones neurales.
¿Pero, entonces, si no tenemos poder sobre lo que pensamos y lo que hacemos como podemos creer tener poder sobre el otro y saber lo que esta pasado en el interior de otras personas?
Es por eso que las relaciones humanas son tan complicadas y cada vez más las personas declaran sentirse solas, aunque estén rodeadas de gente.
Mirando las estadísticas de satisfacción con el trabajo, con la pareja y con el entorno social en general queda patente que la mayoría de la gente lamenta una falta de soporte social.
¿Cuál puede ser entonces la solución a este sentimiento de soledad que muchos experimentan?
Si es verdad que somos el resultado de todos los procesos de nuestro cerebro y que entonces no somos dueños de nuestros pensamientos y de nuestras acciones, ni de nuestra manera de percibir la realidad. La única solución es hacer que el cerebro aprenda sobre sí mismo y su manera de percibir la realidad, haciendo estos procesos subconscientes más conscientes. De hecho, cuando aprendemos a reconocer que una herida se ha vuelto a abrir y está afectando a nuestros pensamientos y la percepción que tenemos sobre la conducta de nuestra pareja, nuestros padres, nuestro jefe, nuestros compañeros de trabajo o cualquiera persona que se cruce en nuestro camino será más fácil para nuestro cerebro entender el fallo en el análisis de la situación y nos impedirá proyectar sobre la otra persona la culpa de nuestro proprio sufrimiento.
Cada uno de nosotros, ha sido herido emocionalmente por lo menos una vez en la vida, ésta herida le lleva a tener una percepción de la realidad diferente a la que pueda tener otro con otra herida y otras creencias. La única manera, entonces, para respetar al prójimo y amarle es respetar y amar nuestro propio dolor, ser conscientes y aceptar nuestras propias heridas y el hecho que también la otra persona tendrá las suyas, para poder aprender a manejar este flujo de emociones desagradables que el otro nos ha vuelto a activar antes de volver a herir esta persona y a nosotros mismos.
Esto se puede conseguir solo a través de una profunda introspección que se logra por medio de la meditación y de la práctica de conciencia plena o de una terapia psicológica o del propio entreno cerebral que es el Neurofeedback ya que las tres maneras, pueden parecer diferentes, tienen en común el mismo objetivo: hacer que el cerebro aprenda sobre sí mismo y favorecer así un auto-descubrimiento, que es la clave para evitar este sentimiento de soledad y permitirnos experimentar puro amor hacia nosotros mismos y como consecuencia hacia los demás.
