Con el paso del tiempo, acostumbramos a viciar nuestros patrones neuronales con experiencias negativas que surgen de nuestra experiencia, nuestro entorno, nuestras creencias y nuestra educación.
Estos patrones negativos, pueden interferir en la manera en que afrontamos nuestro día a día, y en consecuencia, en las decisiones que tomamos.
La neuroplasticidad dependiente de la experiencia, nos muestra que el cerebro está diseñado para moldearse dependiendo de nuestras experiencias a lo largo de los años. Las experiencias que acostumbramos a realizar con más frecuencia se integran en la red neuronal y consolidan las sinapsis asociadas con estas experiencias, fortaleciendo el volver a sentir lo mismo cuando el cerebro crea que la experiencia es la misma.
¿Es posible mejorar estas conexiones o incluso crear conscientemente nuevas conexiones más positivas y más sanas para nosotros?
Pues lo cierto es que sí. A continuación les facilitamos cinco pasos a seguir para cambiar nuestros pensamientos negativos:
- Escoger qué queremos cambiar o mejorar de nuestros comportamientos y pensamientos.
- Escribir afirmaciones positivas relacionados con lo que queremos mejorar. escoger como mínimo tres.
- Crear recordatorios. Escribe las frases en papel para reforzar el pensamiento y deja recordatorios por sitios recurrentes, así recibirás inputs positivos inesperadas a lo largo del día.
- Repite el proceso durante varios días o semanas.
- A medida que tus pensamientos vayan cambiando, refuérzalos con nuevas frases.
Nuestros pensamientos cambian nuestros neurotransmisores, por lo tanto, si nos sentimos enojados, frustrados y de mal humor muy a menudo, integramos estos sentimientos a nuestra red neuronal y esto crea un patrón de conducta a largo plazo que no nos es funcional. Por este motivo, las afirmaciones positivas constantes, pueden mejorar nuestro estado de ánimo, y la manera a la que nos enfrentamos a los sucesos de nuestra vida cotidiana.
Exactamente, este mecanismo de transformación de los patrones negativos por unos más funcionales y positivos es la esencia de la terapia con Neurofeedback.
El Neurofeedback permite una renovación o mejora de la conexión neuronal y la prevención del envejecimiento cerebral a través de la potenciación de la reserva cognitiva.
Es una forma de biorretroalimentación que utiliza tecnología digital en tiempo real para medir la actividad eléctrica del cerebro (EEG) y presentar esta información en una pantalla lo cual le permite al paciente percibir la actividad eléctrica alterada y así aprender a modificarla. Este tratamiento estimula el metabolismo y el flujo sanguíneo, fortalece las conexiones dendríticas, así como el funcionamiento de los neurotransmisores, lo que representa una mejora en función cerebral. No es invasivo, y no tiene efectos secundarios.