Síndrome Postvacacional
Que es y que podemos hacer para evitarlo
Nos referimos al síndrome postvacacional cuando un trabajador siente tristeza, ansiedad, falta de motivación y/o de energía para afrontar la vuelta a la rutina del puesto de trabajo después de un largo periodo de vacaciones.
Las personas que son más propensas a sufrir este síndrome son aquellas que tienen menos tolerancia a la frustración, se sienten poco valorados en su puesto de trabajo o que no les gusta su faena, y también, aquellos que comprenden casi todas las vacaciones en un mismo periodo, como es el caso de muchos españoles.
Podemos decir que este síndrome no es una patología sino un trastorno adaptativo, donde el trabajador siente unos síntomas similares a los del estrés, dificultando su rendimiento e incapacitándole para soportar el alto nivel de exigencia que le genera la vuelta a su vida laboral.
Los síntomas de este síndrome son diversos y dependen de cada individuo. Lo más común es que la persona se sienta apática, cansada, decaída e incluso con la sensación de no poder sobrellevar el cambio que se ha producido al volver al trabajo. Estos síntomas suelen durar unos días e incluso unas semanas. En los casos más extremos, la persona puede sentir dolor de cabeza, malestar general, ataques de ansiedad, cambios de humor e incluso depresión, y los síntomas pueden perdurar hasta unos meses.
Para poder afrontar esta situación, a veces es importante prevenir; es decir, las vacaciones tienen que ser algo normalizado que nos sirva como desconexión y respiro de nuestra vida diaria, y muchas veces al concentrar todos los días de descanso en un solo periodo idealizamos estas festividades y al final sentimos frustración si no se cumplen las expectativas esperadas. Por eso, es recomendable repartir los días, para tener distintas pausas.
La mejor manera de afrontar el síndrome postvacacional es preparando la vuelta a la rutina diaria teniendo en cuenta algunos factores importantes:
- Reservarse siempre algunos días del final del periodo de vacaciones para volver a reestructurar nuestra vuelta a la vida normalizada, teniendo en cuenta que es importante volver a adaptar nuestras costumbres para no sentirnos agobiados.
- Regularizar otra vez progresivamente nuestros hábitos alimentarios, intentando mantener una dieta sana, equilibrada y procurar dejar los excesos.
- Adaptar las horas de sueño gradualmente hasta volver a recuperar el horario anterior a las vacaciones.
- Realizar actividad física durante las vacaciones para no bajar nuestro ritmo corporal y seguir manteniéndonos activos.
- Practicar la relajación de forma regular para ayudarnos a eliminar pensamientos negativos o ideas irracionales que puedan provocarnos ansiedad.
- Mantener siempre una actitud positiva, intentando no pensar que la vuelta al trabajo es un castigo, sino que es el medio por el cual logramos tener nuestro estilo de vida y que nos permite tener las vacaciones. Tener trabajo está demostrado que nos da un sentimiento de identidad y nos hace sentir útiles.
- Adquirir nuevos conocimientos o iniciar nuevas actividades puede combatir el estrés que provoca la vuelta a la normalidad, siempre que sea algo que nos genere ilusión. Esto ayudará a que nos sintamos bien con nosotros mismos y nos dará un respiro en medio de la rutina semanal.
Si teniendo en cuenta estos factores usted cree padecer el síndrome postvacacional la terapia de Neurofeedback puede ayudarle a canalizar estas sensaciones y ver la vuelta al trabajo de una manera más positiva.
Mediante Neurofeedback podemos lograr que las personas reconduzcan las situaciones de estrés de una manera no invasiva permitiendo potenciar sus habilidades y ayudándole a superar las debilidades.
