¿Cómo funciona el biofeedback de nuestro cerebro?

Gracias al desarrollo de la ciencia y sobretodo de la neurociencia, sabemos que lo que somos es el resultado de patrones cerebrales. Estos patrones son a su vez la consecuencia de innumerables y complejos procesos que pasan en nuestro cerebro a nivel subconsciente.

El cerebro es el órgano más complejo del cuerpo humano y está compuesto de un tejido nervioso responsable de todas las funciones cognitivas, emocionales y de las actividades vitales.

El neocórtex es la parte de nuestro encéfalo más nueva en la evolución y más desarrollada comparada con la de otros animales. Su función es la más compleja, puesto que es el centro de integración de toda la información que ya ha sido procesada por otras estructuras más ancestrales de nuestro cerebro.

Está dividido en dos hemisferios, el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho, y además se pueden clasificar 4 lóbulos: lóbulo frontal, lóbulo temporal, lóbulo occipital y lóbulo parietal. Cada uno de estos lóbulos está involucrado en diferentes tipos de procesos mentales y de actividades de nivel superior.

Además de estos cuatro lóbulos que vienen identificados como parte del cerebro racional, encontramos inmergido en la zona subcortical del cerebro otro lóbulo que es el lóbulo límbico, llamado también el cerebro emocional.

El lóbulo límbico es la zona del cerebro más irracional ya que sus funciones son la generación y la regulación de las emociones. Este, es el creador de la base neurológica de nuestros estados de ánimo y de lo que llamamos instintos.

Esta zona del cerebro, aunque sea la parte más antigua en la evolución comparada con la parte más superficial del córtex humano, tiene muchísimo poder sobre las funciones cerebrales de nivel superior, operadas por los cuatro lóbulos corticales.

La mayoría de los psicólogos piensan que la raíz de los trastornos psicológico se encuentra en un mal funcionamiento o un excesivo funcionamiento de las redes neurales del lóbulo límbico. La mayoría de los procesos biológicos que pasan en el lóbulo límbico se quedan, de hecho, subconscientes y sus conexiones neuronales afectan al funcionamiento del neocórtex y a las respuestas corporales emocionales.

El lóbulo límbico y el neocórtex están en una condición de interdependencia, ya que ni uno ni el otro pueden funcionar bien independientemente.

Estas estructuras cerebrales del sistema límbico son también responsables de nuestra memorización y aprendizaje, sobretodo de lo que definimos como condicionamiento operante, es decir, el aprendizaje que prosigue cuando el cerebro aprende a relacionar dos estímulos que pasan al mismo tiempo y que están asociados con una recompensa o con un castigo.

El condicionamiento operante es el principio clave del funcionamiento del biofeedback cerebral, llamado también Neurofeedback.

A través del Neurofeedback, que consiste en poner un casco con electrodos en la cabeza conectados a un ordenador, y realizar un entrenamiento de recompensa o error, se puede saber cuál es la actividad de la parte más superficial del córtex, es decir, de los cuatros lóbulos corticales, en tiempo real. Si la actividad cerebral esta desequilibrada y se pueden notar patrones disfuncionales que están relacionados con síntomas a nivel conductual, dichos patrones se podrán corregir a través de un feedback que irá reforzando un patrón de actividad sano y funcional a través de una recompensa y debilitando un patrón de actividad disfuncional a través de un feedback negativo. De esta manera el cerebro irá aprendiendo sobre su actividad e irá modificando las redes neurales fortaleciendo la actividad de las estructuras corticales que podrán ejercer más control sobre el lóbulo límbico cambiando la fuerza y la intensidad de las conexiones neuronales entre las dos zonas del cerebro, comúnmente llamados cerebro racional y cerebro emocional.

Fortaleciendo dichas conexiones neurales y mejorando la actividad del neocórtex se producirá de manera indirecta un cambio a nivel de la actividad subcortical del lóbulo límbico, mejorando nuestro estado de ánimo y estabilidad emocional que son las bases de nuestro bienestar psicológico. Esto favorecerá un mejor resultado a la hora de hacer terapia psicológica, ya que las conexiones con nuestra parte más emocional y subconsciente estaran fortalecida y la actividad cerebral será más flexible al cambio, asistiendo así también a un cambio de nuestras creencias.

Si tienes ulteriores dudas sobre el funcionamiento del Neurofeedback o si estás interesado en probar directamente el funcionamiento de las sesiones de Neurofeedback no dudes en contactarnos.

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